Nuestra casa se llena de luto nuevamente y esta vez por partida doble. Las balas asesinas han apagado dos luminarias de la televisión ceibeña. El mejor animador musical de la radio y televisión en La Ceiba y el talento de uno de los mejores operadores y camarógrafos del canal se extinguieron.
Las bromas y el buen humor de German Vallecillo Junior no regresarán más, nos tocará recordar los videos de ¿Quién Dijo Miedo? Y las secuelas que las bromas dejaron en las personas que sufrieron sus ocurrencias. Los mixes musicales de German quedarán en la discoteca de la 92. Su talento y don de gente no se igualará fácilmente.
El amargo sabor del plomo detuvo su labor informativa a través de las redes sociales mientras sus corresponsales del WhatsApp exhalan en suspiros y lágrimas sus pesares y la impotencia que provoca el enterarse que una persona a la cual quieren mucho ha partido al sepulcro.
El orgullo del instituto San Isidro incursionó desde muy joven en los medios de comunicación teniendo en su padre, don German Vallecillo como su ejemplo de vida, como una persona a la cual seguirle cada una de sus huellas.
Su pasión por la música lo hizo adquirir una consola para hacer sus propios productos y de a poco se fue abriendo paso entre el mundo de los DJ’s de la ciudad y de Honduras. Sus fiestas basadas en temas de los 90’s en la ciudad se convirtieron en eventos esperados por la gente.
German aprovechó sus influencias y contactos en las redes sociales para apoyar a los más desposeídos, esas personas que ocupaban comprar medicamentos y no tenían el dinero para adquirirlos. El que ocupaba una silla de ruedas, muletas o una ambulancia sabía que al contactarse con el director de la 92 tendría una respuesta a sus necesidades.
Su capacidad de cooptar gente y el cariño que le profesó alguna parte de la población ceibeña lo empujó a incursionar en la política, algo que le quedará en la libreta de pendientes. Soñaba con ser alcalde y esperaba el apoyo de esa gente que le prometió votar y trabajar por él.
Mientras tanto, allá por 2003, un pequeño niño de 13 años llegó junto con su primo Jonathan y su tío Rossel a curiosear como era el mundo de la televisión. En esa fecha marcada en el calendario de las telecomunicaciones de la ciudad saltó a la luz un canal llamado Tele4.
“Jorgito” como se le conoció dentro de la empresa intercambiaba su tiempo entre los estudios y las cámaras de televisión mientras observaba como se usaba la consola de operaciones que lanzaba la señal del canal hacia Televicab y luego para La Ceiba. Él fue parte del crecimiento descomunal que tuvo el canal.
Con el paso de los años, Jorge hizo de Tele4 y posteriormente 45TV como su casa de manera permanente. Puntualmente y sin renegar era de los que llegaba desde horas de la madrugada para tener todo listo y que el programa Diario de la Mañana saliera a las 6 en punto. A esa hora ya tenía que estar listo el texto bíblico del día y las portadas de los diarios impresos del país.
Jorgito creció y se convirtió en un hombre que llegó a tener en su hijo al que solo lo vio crecer por un año, hoy se queda sin su padre que fue su adoración y motivo de vida mientras le había dado un lugar especial de su vida a la parte espiritual.
Comenzando el segundo semestre del 2020, como que si estar sufriendo por una pandemia como el Covid-19 no fuera suficiente, se nos fueron German y Jorge, entre el desconsuelo, llanto y lamento de los locutores de la 92 y Radio El Patio, todo el personal técnico, operativo y de prensa general, deportiva y sociales de 45TV y el recurso administrativo del canal les decimos adiós… la función debe continuar.
Con mucho dolor en nuestras almas, hasta pronto German, hasta pronto Jorge.